El pollo a la brasa, un alimento
que se consume 65 millones de veces anualmente[1]
y muy preferido por la juventud, es un
plato que comemos bastante, pero que conocemos poco. Los peruanos deberíamos saber
más acerca de este conocidísimo plato que tanto nos gusta y que ya tiene su
propio día de celebración. El verdadero conocimiento nutricional es algo de lo
que deberíamos estar más informados.
¿Que podría preocuparnos del pollo a la brasa?
Se entrevistó a la ingeniera
zootecnista, Mg. Daniella Price, con especialidades en nutrición publica y en
sobrepeso y obesidad; y refirió lo siguiente acerca del pollo a la brasa:
Foto: Laura Valdez |
“Al ser un
producto de origen animal las proteínas son de alto valor biológico, lo cual es
considerado como un aspecto positivo; pero, en el caso de las grasas, estas
podrían ser perjudiciales, por su
contenido en colesterol y alto contenido energético, lo cual interfiere con la
salud, al provocar enfermedades crónicas no transmisibles, que ocasionan un
gasto en salud para las familias y para el estado. Esta condición se
exacerba cuando la población incorpora
además de la piel del pollo, los aderezos
y papas fritas altamente calóricos como acompañamiento del plato.”
De esta manera, se pueden
identificar varios “contras” para este plato bandera:
Según lo descrito por la
especialista Price, la pulpa de carne de pollo tiene un 21.4%
de proteínas y 3.1% de grasas; sin embargo, si se consume la pierna o
pechuga con piel, el porcentaje de grasa
se eleva a aproximadamente 15% y 10% respectivamente y 16% si es que se
consumen las alas.
Otro componente del pollo a la
brasa son las papas fritas. Estas absorben las grasas trans y grasas saturadas
del aceite agregado y de la piel del pollo cuando se derrite con el calor. Las
papas fritas contienen un alto contenido calórico y no aportan ningún nutriente
favorable, más que grasa. A esto se suma la porción, la cual, generalmente, es
sumamente grande… A veces comemos más papas que pollo.
Para sumarle más calorías, las
salsas como el ají pollero, la mayonesa (alto en grasa) y la mostaza acompañan
al pollo a la brasa. Estas ricas salsas podrían traernos algunos problemas a la
salud si se consumen en exceso. Los problemas que podrían ser: hipertensión,
diabetes y aumento de peso.[2]
Por último, el acompañamiento infaltable
es la gaseosa. Esta contiene gran cantidad de azúcares, sodio, colorantes y
otros aditivos; todo esto en un solo
vaso (1 vaso= 98 calorías y 26.9 gramos de azúcar[3]).
OJO. La mejor combinación
para evitar ganar calorías de más: Lo ideal sería consumirlo sin piel, con una
ensalada de verduras o una porción pequeña de papas fritas, poca mayonesa o
nada y con chicha o limonada (menos azúcar y más natural). ¿Estás listo para
disfrutarlo?
[1] Índice
del pollo a la brasa (2010) Indicador financiero Bigmac, The Economist - Perú
Económico (http://perueconomico.com/uploads/0000/4873/Sin_t_tulo-22jjj.jpg)
[2]
Ministerio de Salud (2012) “En el Día del pollo a la brasa, recomiendan no abusar
de las cremas” (http://elcomercio.pe/gastronomia/1441585/noticia-dia-pollo-brasa-recomiendan-no-abusar-cremas)
[3]
MINSA, INS y CENAN (2002) Tabla de Composición de Alimentos Industrializados.
Lima
Muy interesante artículo. Creo que tienes razón a la hora de hablar acerca de las combinaciones ya que estás, más que el pollo a la brasa en sí, pueden conducir a la obesidad. Sería recomendable comer el pollo sin el pellejo también no sólo por la grasa sino porque también es cancerígeno.
ResponderEliminarMe parece muy interesante tu tesis, ya que es uno de los platos representativos de nuestro país. Sin embargo, me gustaría saber qué obciones ayudarían luego de la ingesta del pollo. Quizá una caminata ayudaría a degerir mejor la grasa o quizá de gradarla. Es cierto que un te de hierbas tibio ayuda con la grasa?
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